Llevaba tiempo queriendo compartir este post y hacer una declaración de intenciones firme en cuanto a mi estilo de vida. Te pongo en antecedentes. Estudié interiorismo y me apasionaba investigar sobre métodos de almacenaje. Trabajé diseñando vestidores y cocinas. Empecé a escribir sobre como ordenar el espacio de trabajo en 2010, desde entonces escribí sobre como colocar el menaje, sobre organización de armarios, consejos para hacer la maleta... Me entretenía ordenando y experimentando formas de almacenamiento, y en noviembre de 2014 descubrí el Proyecto 333, Vivir con menos ropa, que me pareció una solución real a muchas cosas. Al poco Marie Kondo reventó nuestras vidas con su libro La magia del orden.
Me he dado cuenta de que llevo años inmersa en este estilo de vida minimalista y ordenado sin saber que se llamaba así. Inconscientemente, para mi era la única forma. Es más, desde pequeña mi madre nos obligaba a "hacer limpieza" en casa dos veces al año, lo que significaba deshacernos de todo lo que no necesitábamos. Toda la vida jugando con juguetes heredados de primas mayores que luego pasaban a las más pequeñas, porque no había dinero ni espacio. Eso se llama generosidad y es saber desprenderse, y se educa. Como se educan los hábitos de consumo.
Ya de adulta, mis circunstancias me llevaron a acostumbrarme a vivir con poco, sin coger apego a demasiadas cosas porque todo tiene que caber en una maleta, a causa de que llevo dos años viviendo fuera de mi país. Nunca te sientes en casa y no la decoras como te gustaría, evitas gastos innecesarios y no acumulas, en cierto modo todo son ventajas. Aun así cada vez que vuelvo a casa, a la habitación donde crecí, me agobio y me deshago de muchas cosas que obviamente no uso, porque no vivo allí.
Todo unido a los años de vacas flacas han hecho que me convierta en una vieja tacaña. A ver, no es eso, pero intento vivir en modo eco y solo me compro lo que de verdad necesito y a veces me lo pienso mil veces. No me gustan las rebajas, son un engañabobos y soy consciente de toda la mierda que hay detrás de la fast fashion. Prefiero ir a tiendas de segunda mano para darme un capricho (y ayudar a alguna causa).
Y si no lo tengo me lo invento. Casi todo lo hago yo. Do it yourself. Tiré de viejas costumbres como coser y tejer, y de ahí nació mi marca y este blog hace ya cinco años. Además aprendimos a hacer nuestros propios jabones y cosméticos, y cada vez estoy más sensibilizada con el movimiento Zero Waste.
Siguiendo la máxima del "menos es más" pero no tiene nada que ver con el interiorismo ni el arte. En resumen, ser minimalista es un proceso largo y en el que intervienen muchas cosas. El orden en casa y el orden mental. Buscar el bienestar emocional, entrenar el desapego, saber seleccionar amistades, eliminar gente tóxica, gestionar el tiempo, aprender a comer, comprar con cabeza, evitar acumular cosas innecesarias y dejar entrar todo lo demás. El minimalismo es un trabajo mental liberador que se transmite en nuestro entorno. Es un movimiento que busca la felicidad en lo que no se toca.
¿Quiéres saber cómo empezar a ser minimalista? No tengas miedo al cambio. Suscríbete al blog aquí o sígueme en instagram aquí para no perderte el próximo post. He preparado una serie de entradas sobre el minimalismo que definen las claves para llevar este estilo de vida.
Un abrazo,
Lorena
+ Fotografía por Lorena KNNOT © 2016. Todos los derechos reservados.